Hay momentos en los que parece que, cuando ya tienes el puzzle montado, algo lo remueve.
A veces es la ilusión por un trabajo nuevo, un nuevo proyecto, un nuevo amor. Otras un despido, una pérdida o un olvido.
En cualquier caso, toca rediseñar el puzzle con las nuevas piezas.
Lejos de la primera impresión, el cambio es vida, y es imparable. Aunque lo cómodo sea lo estático, como aprendemos, sentimos y vivimos, es cambiando. A veces da miedo, por no decir siempre, por eso propongo que disfrutemos del camino.
Feliz Domingo.